Todos aquellos que de pequeños habéis tenido la suerte de disfrutar de vuestras vacaciones de verano lejos de las grandes urbes, probablemente, con más o menos acierto habéis construido una "cabaña o una casa en un árbol" donde reuniros con vuestros amigos y sobre todo alejaros de la supervisión de los adultos.
Cuando alguien decía ¿hacemos una cabaña?, todos se ponían a recoger tablas rotas, piedras, ramitas, cajas de cartón,...cualquier cosa que creía que podría valer. Más o menos todos tenían en mente cómo debía ser la cabaña:
Finalmente el resultado era realmente lamentable, pero aquello, a la gran mayoría no le causaba frustración, pues lo que de verdad importaba era tener un sitio donde juntarse la pandilla, aunque solo fueran unas retamas blancas entrelazadas y unos cartones. Los más suertudos acababan por encontrar un hórreo semiderruido o una casa abandonada y la convertían en su escondite secreto.
Treinta años después, parece que algunos no lo han superado y aprovechando que sus hijos le han pedido ayuda para hacer la casita del árbol en el jardín de casa, han decidido construir aquélla que les hubiese gustado tener de pequeños. Este es el caso de Jim Martin, ingeniero de la NASA que construyó a sus hijos una "casita" basada en MechWarrior. Según sus propias palabras tan solo ha empleado un par de semanas y unos cientos de dólares en materiales, principalmente metal, y algo de madera y cemento.
¿Cómo sería vuestra casa del árbol si la construyeseis hoy?
Nota: Autor de la imagen de la cabecera Jonathan Billinger. Imagen usada bajo licencia CC