¿Cuántas horas pasas delante del ordenador? Quizás ni lo sabes y lo más probable es que si alguien te pidiera que describieras tu lugar de trabajo no sabrías por dónde empezar. ¿Recuerdas al menos el color de tu mesa? Puede que te parezca una tontería pero cosas tan sencillas como la altura a la que colocas tu silla, la posición del monitor, la cantidad de luz, etc… afectan al desempeño de tu trabajo y lo que es más importante, afectan a tu salud.
A lo largo de diferentes artículos te vamos a indicar pequeños ajustes que puedes poner en práctica en tu día a día con tu entorno de trabajo, y con los que comprobarás cómo aumenta tu productividad mientras tu salud no se resiente.
En este primer artículo nos centraremos en los elementos esenciales del lugar de trabajo y, aunque algunos parecen evidentes, conviene repasarlos.
LUZ
Sí, necesitas luz. Así que si eres de los que trabaja metido en una “cueva” porque quiere, agarra tu mesa y ponla al lado de la ventana.
La calidad de la iluminación afecta a tu estado de ánimo y también a tu bienestar. Huye de lugares mal iluminados así como de los que tienen luz en exceso, especialmente si usan lámparas fluorescentes que causan fatiga y estrés.
Si puedes elegir, siempre luz natural.
Si no tienes la suerte de poder escoger dónde situar tu mesa, intenta al menos que en los descansos te dé el aire. A lo mejor te dejan poner en tu escritorio una lámpara que simula la luz natural.
Otro aspecto importante de la iluminación es la posición de las fuentes de luz. Así por ejemplo, en el caso de situar la mesa junto a la ventana, ésta debe colocarse perpendicularmente. Pues si te sentases de espaldas a la ventana proyectarías tu sombra sobre tu espacio de trabajo y si te sentases de frente, te costaría leer la pantalla por el contraste en la intensidad.
TEMPERATURA
Este puede ser un punto controvertido especialmente si compartes oficina con personas de distinto género. La lucha por el control de termostato de la oficina no parece tener fin, y nuestra legislación tampoco ayuda demasiado: “La temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17º y 27º C ”.
Si eres de los que pasan frío en su oficina, y trabajar con la cazadora puesta no es una opción, puedes intentar convencer a tu jefe que según un “estudio” de la universidad de Cornell, aumentar la temperatura de 20º a 25º centígrados reduce los errores cometidos y aumenta la productividad.
Si tú tienes el control del mando de la temperatura, experimenta con distintas temperaturas a ver qué pasa, puede que te sorprenda el resultado.
COLOR
La psicología del color es un amplio y fascinante campo de estudio que está dirigido a analizar el efecto del color en la percepción y la conducta humana.
Sin darnos cuenta, los colores a los que nos enfrentamos día a día tienen una influencia directa en nuestro comportamiento, reacciones y líneas de pensamiento. ¿Cuáles son los mejores colores para ambientar tu lugar de trabajo? Pues eso depende…
El color de tu oficina puede influir en tu trabajo diario.
- Amarillo: Para oficinas informales. Es un color estimulante, pero cuidado a la hora de elegir el tono pues puede ser estresante.
- Azul: transmite sobriedad y seriedad. Ayuda a la concentración y aplaca las emociones, perfecto para oficinas con malos rollos…
- Blanco: da a la oficina sensación de amplitud y de luz. Además incentiva la creatividad.
- Gris: desde el punto de vista psicológico se considera un color neutro, aunque hay que tener cuidado con el tono escogido pues puede llegar a deprimir.
- Morado: los expertos recomiendan pintar una sola pared de este color. Favorece la contemplación, ayuda a pensar “fuera de la caja”.
- Rojo: cuidado con él, utilízalo en pequeñas dosis. Mientras que en espacios grandes puede generar alegría y calidez en espacios reducidos ocurre todo lo contrario, provoca hostilidad.
- Verde: es un color hipnótico que provoca una sensación de calma absoluta, por lo que puede resultar contraproducente a la hora de trabajar.
Ten en cuenta el significado de los colores al elegir la pintura para tu oficina e incluso a la hora de la comprar los accesorios del escritorio.
SONIDO
Hay sonidos agradables para escuchar mientras estás trabajando y luego está… el ruido. Con demasiada frecuencia tan solo nos preocupamos de este último. En la oficina, sobre todo en aquellas que son espacios abiertos tenemos cientos de distracciones: conversaciones ajenas, teléfonos que suenan, e incluso los clics del teclado del compañero pueden ser una molestia. Si trabajamos en casa las distracciones no son menores: el vecino pasando la aspiradora, o con la TV a todo volumen, las obras de la calle, o las notificaciones que nos entran en el móvil.
El sonido ambiental aumenta la creatividad
Aislarse de lo que nos rodea y concentrase en el trabajo no resulta fácil. Tal vez usar un par de tapones que cancelen el ruido pueda ayudarte.
Por otro lado, algunos estudios indican que el ruido ambiental puede aumentar la creatividad. En este caso tal vez sea mejor sustituir esos tapones por unos buenos cascos y escuchar sonidos relajantes. En esta página puedes encontrar el sonido de la lluvia, el fuego, el mar o una cafetería.
En este primer artículo hemos hablado sobre los aspectos ambientales de tu oficina, en el siguiente nos centraremos en cuestiones ergonómicas.