Nota: este artículo es una traducción de "How to Ruin Your Career in 8 Easy Steps" escrito por Rina Artstain, ingeniera de Software en Dropbox, y traducido y publicado con su permiso expreso. El énfasis es nuestro. ¡Gracias Rina!
Quizá pienses que el concepto "carrera profesional" es anticuado, de los años 80, y que hoy en día podría ser completamente obviado. Yo antes también lo hacía... ¡Pensaba que eso de "hacer carrera" era para los trajeados profesionales de la banca, no para mí! Era joven y guay y quería trabajar para ganarme la vida, por supuesto, pero no me importaba los más mínimo subir de escalafón profesional. Pues bien, he cambiado de opinión.
No digo que la trayectoria profesional deba ser el foco de todo el mundo en todo momento. Si te conformas con tener un trabajo, se trata de una elección totalmente legítima. Pero si quieres tener una trayectoria profesional, en el sentido de progresar a lo largo de tu vida laboral, ampliando tus horizontes y oportunidades de impacto personal y en el trabajo, aquí tienes una lista de 8 cosas que debes evitar hacer.
1.- No planifiques con antelación
Es fácil simplemente dejarse llevar por las oportunidades que se presentan, ir a unas cuantas entrevistas, aceptar la mejor oferta que se te presente, quedarte unos años, y vuelta a empezar. Eso probablemente servirá para conseguir pequeños aumentos y algo de variedad en tu trabajo diario.
Pero si quieres hacer carrera debes tener un plan a corto, medio y largo plazo (2, 5, 10 años por adelantado) y tener la intención de alcanzar metas que te hagan avanzar en la dirección adecuada. Imagina lo que quieres ser "cuando seas mayor", date espacio para experimentar y probar diferentes cosas para lograr esa visión a largo plazo, pero siempre mantén los ojos en la pelota. Recuerda que siempre puedes cambiar tus planes de acuerdo a tus deseos y necesidades cambiantes, pero si no tienes ningún plan, es poco probable que seas efectivo a la hora de conseguir algo.
A veces "salir y dar una vuelta" es perfectamente válido, si quieres concentrarte en otras cosas además del trabajo por un tiempo, pero es importante hacerlo de manera consciente. De lo contrario, te encontrarás mirando hacia atrás y viendo el tiempo perdido en lugar del tiempo bien empleado en otras cosas.
Sea cual sea el camino que elijas, pon tu plan de 2, 5, 10 años por escrito para que puedas reflexionar sobre él cada año más o menos, y ajustar el plan o los objetivos de acuerdo con los avances que hayas hecho o lo que esté pasando en tu vida.
Una vez, no hace mucho, me fijé un objetivo a 7 años y terminé lográndolo en menos de 2 años. Fue divertido, emocionante y alentador y me permitió poner la mira en el siguiente objetivo.
2.- Haz tu trabajo y espera por el reconocimiento
Esta es una idea equivocada muy habitual... asumimos que si hacemos bien nuestro trabajo seremos reconocidos y ascendidos por ello. Tiene sentido a primera vista, ¿verdad? Nuestro trabajo hablará por nosotros, no deberíamos tener que divulgarlo, se hará evidente por si mismo, ¿no?
Por desgracia, las cosas no funcionan así. Dando por sentado que (esperemos) el nivel de competencia es un requisito indispensable para ascender e, incluso, en el mejor de los sistemas de evaluación del rendimiento, todavía tendrás que ayudar a tu superior a apreciar lo que has logrado. De hecho, a veces nuestro mejor trabajo es algo totalmente invisible: si el proyecto en el que has trabajado ha tenido éxito sin grandes interrupciones o errores, es posible que sea menos visible y por lo tanto menos apreciado que los proyectos con grandes contratiempos y fracasos que crean mucho "ruido".
Trata de sentirte cómodo contándole a las demás personas tus logros. Incluso compartir fracasos y cómo los has superado es un poderoso mensaje. Si te resulta difícil hacerlo, intenta construir tus mensajes de manera que beneficien a tus lectores/oyentes - enmáscaralo como una "lección aprendida" o como una historia de éxito colectivo (sin dar todo el mérito al equipo). Así no parecerá que estás fanfarroneando y obtendrás la visibilidad que necesitas.
Si no consigues hacerlo, inténtalo de nuevo la próxima vez. Pero si simplemente no eres capaz de lograr hacer esto, otra estrategia eficaz es la de formar un grupo de aliados que se elogien mutuamente en público. Puedes pensar que hacer esto es algo muy evidente, pero no lo es, la gente no lo notará. Y si se dan cuenta... a quién le importa: tu mensaje ya habrá salido a la luz de todos modos.
Recomiendo llevar un registro semanal de las cosas que has hecho en el trabajo, buenas o malas. Lo hago desde hace tiempo y me ayuda a llevar un registro semiobjetivo de lo que he conseguido y todos los puntos y datos que necesito para mi autoevaluación y para las conversaciones 1 a 1 con mi jefe. También lo uso para los retros de sprint, resúmenes de trabajo con otros miembros del equipo para sus revisiones de 360º, etc. No tendría forma de recordar todo lo que necesito para dar feedback de calidad para mí o para otros sin mi registro semanal.
Además del esfuerzo para lograr que tu trabajo sea visible, recuerda pedir todo lo que ansías. Incluso el mejor de los jefes puede no ser consciente de que todo lo que te interesa. A otros les puede resultar más fácil reaccionar sólo cuando se les pide algo específicamente o se les pone un ultimátum. No dejes que se salgan con la suya. Dile a quien esté dispuesto a escuchar que quieres un ascenso o un aumento. Dile a tu jefe que sientes que necesitas un reconocimiento. Si no consigues lo que has pedido, al menos sabrás que lo has hecho lo mejor que has podido (y quizás sea el momento de pasar a otra empresa que reconozca tu valía).
3.- Perspectiva de todo o nada
A veces mirarás a tus colegas y pensarás que son mucho más inteligentes que tú o que algo de sus circunstancias les permite trabajar con más ganas, más horas o con menos interrupciones (por ejemplo, si tienes hijos y ellos no). No hay forma de que puedas ganar contra ellos, siempre tendrán más éxito que tú, así que, ¿qué sentido tiene intentarlo?
Caí en este tipo de cosas después de tener hijos. Quería pasar tiempo con ellos y me di cuenta de que no podía "vencer" a los colegas solteros o sin hijos, así que debía "rendirme". No lo pensé de esa manera exactamente, pero, en resumidas cuentas, esto es lo que hice en la práctica.
No voy a suavizar esto: sí, es probable que no puedas "vencerles". Siempre habrá gente más inteligente que tú y que tenga más tiempo, menos responsabilidades, más ambición... Pero una carrera profesional no es un juego de suma cero. Sólo porque otras personas avancen más rápido que tú en ciertos momentos de tu/su vida, no significa que tú no puedas avanzar en absoluto. No te rindas, ajusta tus expectativas a lo que puedes lograr y no te compares con los demás (demasiado), eso probablemente te desalentará. A largo plazo, no importará si obtienes un ascenso un año o dos años más tarde. Sin embargo, puede marcar una gran diferencia si te esperas 10 años porque crees que el éxito de otra persona te impide conseguir algo por ti mismo.
4.- Venderse poco y mal
Esto puede sonar algo parecido al segundo punto de esta lista, pero tiene una sutil diferencia. El punto 2 es hacer un buen trabajo, darte cuenta de que es un buen trabajo, pero no decírselo a nadie. Este punto 4 es acerca de tu discurso. Puede que no te des cuenta de que tu trabajo es bueno o que no sepas cómo expresarlo, pero el efecto es el mismo: la gente se llevará de ti una impresión equivocada.
Aquí va una historia:
Trabajé prácticamente en solitario durante 6 años, con algunos desarrolladores independientes y un arquitecto ayudándome. Tenía que hacerlo todo yo misma, incluyendo trabajo de gestión del producto. Después de unos años la compañía se vendió a una empresa más grande y decidí que era hora de cambiar.
Aquí va otra historia:
Durante 6 años lideré el desarrollo de un producto de éxito, contando con la ayuda de desarrolladores freelance y consultando con un arquitecto de software con el que trabajé estrechamente. Trabajé directamente con el equipo directivo, proporcioné valiosos aportes al producto y coordiné el trabajo de diseño. En parte debido a la excelente calidad técnica del producto, la compañía fue vendida a una gigantesca corporación europea. Sentí que había empleado muy bien mi tiempo allí, pero era hora de afrontar nuevos retos.
Ambas son (mi) historia real. Pero la primera subestima lo que realmente hice. Es la historia de un lobo solitario pasivo (que yo no soy). La segunda es una versión mejorada, destacando mis fortalezas e impactos.
En mi experiencia como mentora, he encontrado a muchos que toman el primer enfoque al construir su historia (yo sé que he cometido este error). Simplemente no entienden cómo suena.
No subestimes el impacto de construir un relato potente. Si estás buscando trabajo, haz que la gente escuche tu discurso de 3 a 5 minutos en el apartado "Háblame de ti" y escucha sus comentarios sobre la forma en que te perciben. Lo mismo para la sección de "quién soy y qué estoy buscando" de tu currículum o carta de presentación.
De hecho, es mejor si haces lo mismo para toda la parte "blanda" del proceso de entrevista. La misma serie de eventos pueden ser contados de manera que te retraten como un resentido o un proactivo, como un fracasado o como una persona que aprende de sus errores. Debes tomarte el tiempo necesario para prepararte para las entrevistas de la parte "blanda" escribiendo tus historias y haciéndolas llegar a los oídos del resto, reescribiéndolas para transmitir la mejor versión de ti mismo. Recuerda: no se trata de distorsionar la verdad, sino de construir una narrativa que te sirva de ayuda.
Si no estás buscando trabajo ahora mismo, vale la pena pensar en tu historia y en cómo encaja en tu imagen y en tus objetivos a largo plazo. Tal vez no te aprecias lo suficiente a ti mismo y eso te está frenando.
5.- Quién necesita una red de contactos
Hacer contactos puede sonar a algo artificial, algo estilo ir a un montón de eventos y entablar una pequeña charla inútil sólo para pasar tarjetas de visita anticuadas que se perderán segundos después de dejar el evento. Si es así como lo haces, lo estás haciendo mal y sí, es bastante inútil.
No obstante, la creación de una auténtica red profesional es algo que dista mucho de resultar inútil. Tener una sólida red de contactos puede darte acceso a información, orientación y oportunidades difíciles de conseguir de otras maneras. Ya sea si estás buscando trabajo o consejo, un socio fundador u otro tipo de apoyo, seguramente habrá alguien en tu red que pueda ayudarte, si no directamente, poniéndote en contacto con alguien que sí pueda. A veces, son ellos los que buscan trabajo, consejo, etc. y tú puedes ser el que aporte valor. Incluso, si no hay una recompensa inmediata (como encontrar a la persona adecuada para un puesto vacante), a largo plazo probablemente te beneficiarás de esa relación de una manera u otra. Y si no es así, al menos has hecho algo bueno.
Cuanto más grande sea tu red, cuanta más gente conozcas, mayor será la probabilidad de que encuentres lo que necesitas, cuando lo necesites. En cierto modo, crear una red es como construir suerte para tu vida profesional.
Mientras que la construcción de una red puede ocurrir orgánicamente si vas a la universidad "indicada" y trabajas en los lugares "apropiados", es mejor si pones algún esfuerzo consciente en ello, particularmente si eres menos privilegiado en ese sentido. Ir a, o incluso organizar, meetups y eventos de networking es una manera de hacerlo, y construir una presencia online es otra. Aprovecha al máximo las conexiones que haces mientras trabajas. Intenta hacer una conexión relevante, no te limites a charlar superficialmente, eso no dejará una impresión duradera. Acércate a la gente que te parezca interesante. Empieza por pensar en lo que puedes hacer por ellos, no en lo que ellos pueden hacer por ti. El resto vendrá solo con el tiempo.
6.- Culpar a los demás por cosas que puedes controlar
No podías haberlo sabido. No recibiste los requisitos pertinentes. El otro grupo no cumplió con lo que tú necesitabas. No conseguiste ese ascenso porque te dieron tareas de poco impacto. No obtuviste un aumento porque no le gustas a tu jefe. No es culpa tuya.
En cualquier fracaso siempre hay algo que podría haberse hecho para impedirlo. Tal vez no se podría haber evitado el fracaso por completo, pero probablemente hay cosas que se podrían haber hecho de manera diferente. Y en retrospectiva, hay cosas que aprender de ello para evitar el próximo fracaso. Culpar a los demás es algo que puede hacerte sentir bien, pero erosiona la confianza y no te ayudará a crecer.
En vez de eso, acepta el fracaso. En lugar de esquivar las culpas, piensa en las formas en que podrías haber hecho algo diferente para lograr un resultado diferente: poner más claras las expectativas, comunicarte mejor, tomar la iniciativa, etc. No sólo crecerás personalmente, sino que también ganarás credibilidad. A la mayoría de la gente le encanta oír cómo los demás admiten el fracaso y comparten las lecciones aprendidas, es mucho más atractivo e interesante oír a alguien asumir la responsabilidad de sus acciones que despotricar sobre cómo todos los demás son simplemente unos idiotas.
Recuerdo que una vez hice una gran refactorización de una enorme cantidad de código duplicado y se me pasó un "if" que causó una degradación de rendimiento medio-seria. En una reunión mucho más tarde, cuando estábamos discutiendo el rendimiento en general, ese ejemplo salió a colación sin mencionar mi nombre, probablemente para no avergonzarme. No tuve problemas en admitir que había cometido un error y compartí la historia de cómo sucedió y cómo investigué, encontré y solucioné el problema, para beneficio de todos. Estoy seguro de que nadie me hace de menos por haber compartido esa historia.
El final de esta saga es que alguien más estaba haciendo algo de refactorización en esa área y vi la oportunidad de deshacerme de ese "if" por completo. Si no hubiera sabido del riesgo debido a mi error anterior, no habría notado esa oportunidad de mejorar nuestro código base. Con todo, una victoria (y lo siento a cualquiera que hubiera tenido que esperar 200 milisegundos extra cargando aquella página durante un par de días).
7.- Culparte a ti mismo por cosas que no puedes controlar
No podías haberlo sabido. No recibiste los requisitos pertinentes. El otro grupo no cumplió con lo que tú necesitabas. No conseguiste ese ascenso porque te dieron tareas de poco impacto. No obtuviste un aumento porque no le gustas a tu jefe. No es culpa tuya.
Sé que esta es exactamente la misma historia que la del punto 6, el caso es que a veces de verdad no es culpa tuya. A veces sí estás realmente en un ambiente tóxico que te infravalora e incluso te perjudica. Si eres el tipo de persona que siempre trata de aprender y crecer a partir del fracaso, puedes encontrarte en un ambiente de trabajo que no hace nada por ti e incluso te hace daño. A veces es difícil notar la diferencia. Pero si haces el trabajo y no consigues nada, y si tienes una sensación de malestar en el estómago cada vez que vas a trabajar, quizás no haya nada más que puedas hacer y sea hora de irte.
Existen ambientes tóxicos más que suficientes a los que cualquiera puede ir a trabajar por ahí, pero creo que las mujeres y las otras minorías se enfrentan a este tipo de problemas más a menudo. Cuando hay comportamientos sutiles y difíciles de precisar, es fácil culparse a sí mismo y procurar resolverlos, en lugar de darse cuenta de que es algo sistémico y que en realidad no es culpa tuya. Si no te consideran para un ascenso a pesar de que eres más hábil que un colega masculino, si te pasan por encima en las reuniones, te dicen que no eres lo suficientemente técnica y te ocurren otros incidentes sesgados, es muy posible que no puedas ganar. Es probable que te encuentres con algo de esto dondequiera que vayas, así que intenta hacer lo que puedas para mejorar la situación, pero hagas lo que hagas, ten en cuenta: no es culpa tuya.
8.- Acomódate
Cuando empiezas en un sitio nuevo, tienes ansias por probarte a ti mismo. Es difícil, tienes que aprenderlo todo, conocer a todo el mundo, forjarte una reputación. Después de un tiempo, las cosas se vuelven más fáciles. Entiendes los procesos, sabes quién es quién, ganas conocimiento profesional y estatus. Es agradable sentirse así, la presión desaparece por un tiempo.
No tiene nada de malo sentirse algo cómodo, el trabajo no debería ser una lucha constante. Pero si usas "cómodo" para definir tu trabajo, tal vez sea hora de agitar un poco las cosas. No querrías perder todo el camino recorrido quedándote en el mismo lugar (profesionalmente) por mucho tiempo.
La búsqueda constante de "lo siguiente" no es probablemente la mejor estrategia. Es estresante y te verán como inestable o poco fiable. Pero una vez cada uno o dos años es probablemente una buena cadencia para comprobar cuál debería ser tu próximo reto, dentro o fuera de la organización para la que ya trabajas. Es posible que descubras que estás mal pagado o "atascado" profesionalmente, y sería mejor que lo supieras más pronto que tarde, cuando quizás sea más difícil de arreglar.
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Espero haber puesto mi granito de arena para ayudarte en tu camino hacia una carrera increíble. Vuelve dentro de unos años, puede que tenga unos cuantos errores más que añadir a esta lista... Pero puedes estar seguro de que no dejaré que eso me detenga, y tú tampoco deberías.