Normalmente hacemos pruebas de nuestros desarrollos web sobre nuestro propio equipo, donde la transferencia de datos es prácticamente inmediata, en servidores de prueba ubicados en una red de área local, o incluso sobre un servidor de producción al que accedemos mediante una conexión a Internet de gran capacidad.
Sin embargo, nuestras aplicaciones web son muy diferentes cuando el cliente no dispone de una conexión de alta velocidad. Lo que nosotros percibimos en tiempo de desarrollo como una maravilla de agilidad, espectacularidad y facilidad de uso, puede ser un auténtico desastre para el cliente si no hemos tenido en cuenta que no todo el mundo puede disfrutar de conexiones de alta calidad.
Por esta razón, es interesante realizar de vez en cuando pruebas de nuestros sistemas reduciendo de forma artificial el ancho de banda disponible, de forma que podamos detectar en qué puntos podemos mejorar la experiencia del usuario en estos escenarios.
Una forma muy sencilla para conseguir esta simulación es utilizando la archiconocida herramienta Fiddler. Se trata de una de esas herramientas gratuitas que con el tiempo se han hecho indispensables para todos los desarrolladores web, ayudándonos a ver qué es lo que pasa por debajo de aplicaciones que utilizan HTTP para enviar o recibir datos desde el exterior.
Básicamente Fiddler es un proxy que intercepta todas las conexiones HTTP/HTTPS originadas en nuestro ordenador, permitiéndonos guardarlas en un registro, inspeccionarlas en detalle, repetirlas, e incluso modificar su contenido antes o después de llegar al servidor, todo ello sin apenas esfuerzo por nuestra parte. Además, incluye un potente mecanismo que permite extenderlo mediante reglas programadas en lenguaje JScript.NET o plugins en forma de ensamblados .NET.
Nuestro tutor José María Aguilar te cuenta cómo puedes sacar partido a Fiddler en la situación descrita, simulando conexiones lentas y viendo sus efectos sobre nuestra aplicación: Simular una conexión lenta con Fiddler