Una empresa, independientemente del sector al que pertenece, se ha enfrentado en más de una ocasión al siguiente dilema: ¿Qué es mejor contratar a alguien nuevo o formar a un empleado interno? Evidentemente cada situación es diferente; pudiendo darse el caso de que, para una misma empresa la respuesta sea distinta en función del tipo de puesto a cubrir. Sin embargo, en las empresas donde el componente técnico es la base de su negocio, en la mayoría de las ocasiones, compensa apostar por potenciar la formación de los trabajadores actuales.
Contratar talento tecnológico
Esto se ve más claro con un ejemplo. Imaginemos que nuestra empresa lleva años desarrollando su negocio en torno a una tecnología determinada. De repente, el mercado comienza a demandar otro tipo de productos asociados a una tecnología totalmente diferente, y lo que es peor, desconocida por nuestro equipo. Quizás la primera reacción sea “cambio el equipo”, es decir, contrato a un nuevo equipo que domine dicha tecnología. ¿De verdad? Veamos qué supondría la contratación de un nuevo equipo:
- Tiempo, energía y recursos en llevar a cabo la selección de personal.
- Incorporación en la plantilla: Tiempo, energía y recursos en realizar el plan de acogida y poder enseñarle las bases de la cultura de la organización
- Formación inicial: aquella que requiera para realizar de forma adecuada su trabajo.
- Adaptación mutua: tiempo necesario para que el empleado y sus compañeros trabajen cómodamente como un todo.
Ahora, multiplica este coste por el número de nuevas personas que quieres incorporar. Ah, y no te olvides de tener en cuenta del coste que te ha supuesto el despedir al equipo anterior. Y no hablamos solamente del coste directo y evidente (indemnizaciones), sino del coste emocional. ¿Cómo reaccionarán el resto de colaboradores ante esta situación? ¿Mejorará el clima laboral?
Ahora trata de traducir todos los puntos anteriores en dinero. ¿Complicado? No te preocupes, son numerosos los expertos que se han preocupado por este tema previamente, y la gran mayoría está de acuerdo en que reemplazar a una persona cuesta entre 1,5 y 3 veces su coste anual. Y si la rotación en tu empresa es muy elevada, dicho coste puede llegar a multiplicarse por 7,5.
Desarrollar el talento interno
Si en su día la persona encargada de contratar al equipo (que ahora aparentemente no te vale) hizo bien su trabajo, eso significa que las personas que conforman tu equipo poseen una gran capacidad de aprendizaje. ¿Te has planteado aprovecharla?
En la siguiente infografía hacemos un pequeño análisis de los pros y contras de elegir esta opción:
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