En un post anterior, dirigido principalmente a los simples mortales que no saben programar ;-) os contábamos cómo reconocer el tipo de programador que habita en tu oficina en función de su forma de interactuar con su entorno. En él os hablábamos de los programadores de la vieja escuela, del cool o del impostor entre otros. Al final de dicha entrada nos comprometíamos a redactar un nuevo post donde el criterio de clasificación se basa en la forma en la que desarrollan su trabajo.
Evidentemente la reproducción exponencial de esta especie hace que cada vez haya más subespecies, pero aquí hemos querido limitarnos a las 5 que consideramos más comunes.
Tipo 1: Sin comentarios
Se tarda más en leer un comentario que un buen código.
Su nombre no se debe a que no haya una palabra para definirlo, sino que se niega a documentar el trabajo que realiza. Además te da un montón de motivos, algunos de ellos incluso te pueden parecer razonables, según los cuales es mejor no comentar el código. Otras de sus respuestas son:
- JavaScript y HTML (o lo que sea que usen) por la propia naturaleza de su estructura se pueden considerar auto-documentados.
- O que la capacidad de búsqueda de los actuales IDEs pueden analizar el propio código.
Teniendo en cuenta que los programadores leen y escriben mejor en cualquier extraño lenguaje que en su lengua materna, y son conscientes de ello, cuando dan un motivo para evitar hacer el trabajo de documentación, a ellos siempre les sonará razonable, por peregrino que éste sea.
- Estado civil: convive con su pareja desde hace más de 20 años, pero no se casa por no tener que cubrir formularios absurdos
- Medio de transporte: Vespa
- Mascotas: "No sé, por algún lado anda..."
- Bebida favorita: Vino "de la casa", y sin etiquetar mejor que mejor.
Tipo 2: El especialista CyA (Certificado y Acreditado) en serie
El proceso encargado de cancelar las tareas realizará la acción de cancelación, pero las tareas que están aún en ejecución finalizarán su proceso.
Es el contrapunto al anterior. Para ellos la documentación es su amuleto contra los malvados mandos intermedios que rondan por la oficina.
Si tienes suerte con el especialista contratado, éste será un novelista frustrado capaz de incluir ingeniosos juegos de palabras en medio de interminables y aburridas líneas de código. Si la suerte no te acompaña, será el típico que se jacta de su documentación ante el resto de programadores cuando revisa código ajeno. Además si aparece un error afirmará que se trata de una limitación que estaba bien documentada en el párrafo 57 del procedimiento anexo a la documentación básica.
- Estado civil: Casado; su acuerdo prenupcial tiene unas 45 páginas
- Medio de transporte: Un Mazda 3 del 2013 ¡Por supuesto que tiene las 5 estrellas Euroncap! ¿Lo dudabas?
- Mascotas: Un ejemplar canino de 8ª generación inscrito en el L.O.E. (Libro de Orígenes Español)
- Bebida favorita: Agua embotellada y posteriormente filtrada por él mismo.
Tipo 3: El multitarea
Lo siento, ahora no te puedo atender. Bueno... mientras se ejecuta el programa y respondo este correo cuéntame lo que quieres.
Nunca te mirarán a los ojos durante una reunión pues estarán ocupados respondiendo un correo electrónico, riéndose con el último tuit que le ha entrado o comprando algún gadget en Amazon. Pero a pesar de todo, afirman que son capaces de escucharte al mismo tiempo que atienden sus tareas.
El multitarea se siente feliz participando simultáneamente en cuántos más proyectos mejor. De hecho el mayor problema al que se enfrente su jefe o sus compañeros de equipo es a que termine alguna de las tareas que ha comenzado. Normalmente este tipo de programador confía en que puede reutilizar algún trozo de código que tiene guardado en alguna parte de su máquina e incluso que puede escribir el mismo código para varios proyectos a la vez. Suelen tener como mínimo 4 pestañas del navegador abiertas referentes al mismo tema pero con distintos patrones de búsqueda.
- Estado civil: En varias relaciones a la vez
- Medio de transporte: Nissan LEAF con tarjeta SIM embebida.
- Mascotas: Un pulpo
- Bebida favorita: Coca-Cola (se supone que vale para todo, desde mantenerte despierto a calmar el dolor estomacal)
Tipo 4: El manitas (en algunos sitios, el apaga fuegos)
¿Qué el código no es bonito? ¡No me jo... tío! Hace lo que tu querías, ¿o no?
Este tipo es fundamental en la empresa. Cuando algo sale mal lo arreglará rápidamente y de manera que no se rompa de nuevo. Por supuesto que él no se preocupa de la parte estética del programa, de la facilidad de uso, o de cualquiera de esas otras nimiedades que a los simples mortales (=usuarios) tanto les importan.
Si le dices que trate de pensar cómo lo haría un usuario se le revuelven la tripas y su respuesta más habitual es "¿Qué más c.... quieres que haga? Jo... ¡funciona! ¿no?" Da por hecho que su única misión es que el programa funcione, ya se encargará otro de ponerlo bonito, de crear el manual de funcionamiento, etc. Probablemente a ti no te gusta cómo trabaja, y sus compañeros lo odian, pero la gerencia y el jefe de proyecto lo adoran. ¡Eso sí, cuídate de no llevarlo nunca a una reunión con el cliente!
- Estado civil: ¿Por qué quieres saberlo?
- Medio de transporte: Un coche de 15 años de antigüedad que no ha pasado la ITV, pero... ¿funciona o no?
- Mascotas: Han tenido que ponerle una cadera nueva después de la rotura del LCA (ligamento cruzado anterior)
- Bebida favorita: ¿Qué tiene que ver con el trabajo? Somos compañeros no colegas
Tipo 5: El teórico
¡Uhm! Bueno, esa es una posibilidad, sin embargo, existe otra alternativa que podría funcionar mejor.
El teórico sabe todo lo que hay que saber acerca de la programación. Puede pasar cuatro horas dando conferencias sobre la historia de un lenguaje de programación o demostrarte cómo el código que has escrito no es óptimo ya que tarda tres nanosegundos de más en hacer su función. El problema es que el teórico no sabe nada sobre el desarrollo de software.
Cuando el teórico escribe código, es tan "elegante" que sus compañeros no lo entienden. Su técnica favorita es la recursividad, y cada bloque de código es ajustado al máximo, a expensas de los plazos y la legibilidad. Está más preocupado por las posibles opciones que por cómo debería realizarse el programa. El tiempo dedicado a un proyecto lo divide de la siguiente manera:
- El 80% de su tiempo lo pasará sentado delante de su ordenador con la mirada perdida pensando en distintas maneras de realizar una misma tarea.
- El 15% de su tiempo lo dedicará a quejarse de la mala gestión realizada por el jefe de proyecto y del escaso plazo que le ha asignado.
- El 4% lo empleará en redefinir las opciones
- El 1% en escribir código
Cuando entregue el trabajo final, obviamente fuera de plazo, siempre te dirá: "Si hubiera tenido más tiempo podría haberlo hecho mejor"
- Estado civil: Casado en la teoría, soltero en la práctica (No olvides que lo importante son las opciones)
- Medio de transporte: Transporte público. Ha aprobado la parte teórica del carné de conducir, pero cuando le toca la práctica...
- Mascotas: "¿Tendré tiempo para cuidarlo? ¿Soltará mucho pelo? ¿Crecerá mucho? ¿Se volverá agresivo?... No todavía no tengo mascota"
- Bebida favorita: "Té rojo, no mejor verde, no blanco, uhm prefiero té negro, no espera pu-erh"
Nota: Autora de la imagen de cabecera Wonderland. Foto usada bajo licencia Creative Commons.
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